jueves, 25 de noviembre de 2010

Lista de los libros más venidos de Panamá de 15 al 20 de noviembre

Autores Nacionales 

1-Mónica G. de Serrano                                   Volveré Abrazarte, Mónica
2-El Desván                                                       Ramón H Jurado
3- Rubén Darío Carles                                       Quiero Aprender I 
4-Historia de la Televisión en Panamá                  Cesar Del Vasto
5-Deja Vù                                                             Roxana Riva          

Autores no nacionales

1-El Sueño del Celta                                          Mario Vargas Llosa
2-La mecánica del corazón                                 Mathias Malzieu
3-The Power                                                          Rhonda Byrne                
4-Tratado de los delitos y las penas                    Marqués de Beccaria
5- José María Martinez Selva                            Psicología de la mentira


sábado, 20 de noviembre de 2010

Libros más vendidos en las librerías de Panamá de 8 al 13 de noviembre


Autores no nacionales

1-La Mecánica del Corazón               Mathias Malzieu
2-El Sueño del Celta                          Mario Vargas Llosa
3-Las Valkirias                                   Paulo Cohelo
4-Tus zonas erróneas                         Wayne Dyer
5-El Secreto                                        Rhonda Byrne

Autores Nacionales

1-Gamboa Raod Gang                     Joaquin Beleño
2-Rex Angelorum                            Edurado Verdumen
3-Quiero Aprender I                        Rubén Darío Carles
4-Juan Antonio Gómez                   Mocedad
5-De selvas a potreros                    Stanley Heckadon-Moreno
     

No hay que hacer pedazos el corazón



Por: Julio Antonio Montes Escala

La Mecánica del Corazón es una historia de amor para niños grandes. Es un libro tierno con elementos fantásticos y góticos. Todo da inicio en Edimburgo la noche del 16 de abril de 1874, la más fría de la historia, en la que nace Jack con un corazón defectuoso. Esto hace que la doctora Madaline, le remplace tal órgano por un reloj de madera que lo mantendrá con vida. Entre las reglas que da Madeleine están: no toques las agujas, domina tu cólera, no te enamores nunca.

Little Jack ira en un viaje tras la cantante andaluza Miss Acacia, de la que siente un intenso amor. En esta aventura conocerá a relojero- mago Georges Méliès, ambos llegaran a ser grandes amigos.

La búsqueda del amor, la intolerancia hacia el individuo por ser diferente, la rivalidad, la aparición de un ente negativo del pasado de nombre Joe, son algunos los aspectos de este relato de Mathias Malzieu quien nació en Montpellier. Malzieu es el líder del grupo de pop frances Dionysos, uno de los más populares del país galo.

En el sitio: www.myspace.com/lamecaniqueducoeur, podrán escuchar las canciones de la banda y ver el video de las grabaciones en estudio. La Mecánica del Corazón es también el nombre del disco mas reciente de este grupo. Esta obra será llevada al cine el próximo año mediante el uso de la tecnología "3D".

Entre los otros libros del autor están: 38 mini westers (2003), Maintenent qu´il fair tout le temps nuit sur toi (2005).

La Mecánica del Corazón nos trae al recuerdo que por amor también se sufre y para lograrlo hay que ser la persona que se es por dentro y por fuera, en todo momento, pues ahí está el toque mágico de cada individuo. Nos recrea el miedo que sienten los adultos a que los niños crezcan. Nos hace sentir que el corazón tiene un gran valor y que no hay que hacerlo pedazos.

Es una obra que hay que regalar a la persona apta y volver a leer cada vez que se pueda. Tiene sencillez, pero mucha una gran carga.

El hijo del desierto que cuenta historias

La entrevista que le hice a Hernán Rivera Letelier, hace unos días cuando presento en Panamá, "El artede la resurrección". Espero sus comentarios.


PERSONAJE.
El novelista chileno es el gran narrador del desierto, cada libro que escribe es parte de una colección.

Julio Montes Escala
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Destaque Jos� Corpas (c), se ha destacado en el Gast�n. (Foto: Miguel Cavalli / EPASA)
-->Hernán Rivera Letelier.
Hernán Rivera Letelier emerge del punto más árido de la tierra, de ser trabajador en una estación salitrera, de escribir poemas a escondidas a gran ganador del premio Alfaguara 2010 con la novela "El arte de la resurrección".
Letelier, escribió el cuento más corto del mundo, aunque a muchos los sorprenda. Su primer premio lo ganó en un concurso de poemas de una estación radial, en los años de la revolución hippie. Sobre su "primer hijo literario", recuerda muy poco.
Recientemente estuvo en Panamá para presentar "El arte de la resurrección". Una historia que reconstruye a un personaje real. Se trata de un iluminado que predicó por 22 años, en el Valle de Elqui, al norte de Chile, que hacía milagros, bautizaba, ungía y se le conoció como el Cristo de Elqui.
Cuenta que le tomó casi tres años escribir la novena porque, "en medio me salió una novela corta que se llama "La contadora de películas". Yo generalmente me demoro un año, ocho meses, casi dos años para escribir una novela, con todo el tiempo del mundo para escribir", explica.
No es la primera vez que el Cristo de Elqui aparece en el mundo de los libros, pues ya había sido "cantado" por Nicanor Parra en 1977; y ahora es "contado" por Letelier.
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notas relacionadas

"Ya me había aparecido en "La Reina Isabel cantaba rancheras" y otros libros, y pensé este Cristo quiere que yo, lo cuente".
Como en gran parte de los casos, muchos personajes se le salen de las manos al autor. Los personajes de "El arte de la resurrección", no son la excepción.
"Fíjate que el "Loco de la escoba" fue un personaje que inventé para salvar una situación, el Cristo, se moría en el desierto, en la página ciento y tanto. Si se moría se me acababa la novela, y tuve que inventar un personaje que lo salvara.
Rivera Letelier, es el gran narrador del desierto, cada libro que escribe es parte de una colección. "Todos mis libros, he llegado a pensar, que son tomos de un solo libro, creo que estoy escribiendo un solo libro que es la historia de ese desierto y cada uno es un tomo ".
En su país, Chile, las reacciones oscilaron entre el aplauso y la molestia.
"Hay gente que se alegró mucho como mis amigos, hay gente que todavía está "cagado fuego", como lo son mis enemigos, pero siempre así son los premios de dulce y de agrios".
Entre los personajes de sus obras están: Bello Sandalio, Golondrina del Rosario, el Diablo del Bombo, de la novela Fatamorgana de amor con banda de música (1998); La Cama de Piedra, el poeta Mesena, de su libro más conocido "Reina Isabel cantaba rancheras" (1994); Hildebrando del Carmen de la novela "Himno de ángel parado en una pata" (1996).
¿Y qué nos puede decir sobre los protagonistas de sus libros?
"Los protagonistas de mis libros yo no los planeo. Me senté a escribir la historia del Cristo, no sabía que me iban a aparecer, yo mismo me iba sorprendiendo de los personajes que me aparecieron, unos personajes que me parecen entrañables.
Este novelista no conduce automóvil, situación que no lo tiene incómodo, sin embargo le gustaría poner como frase en un carro, "Rulfo es mi copiloto", en referencia a uno de sus maestros. "Mis influencias son la generación de los sesenta y de los setenta, los escritores del boom".
Rivera Letelier es un hombre vacunado contra la religión, pues su padre fue un pastor evangélico y en su casa no se compraban periódicos, no había radio y muchas otras cosas. "Ahora soy un hombre que no creo en la religiones".
Sobre su padre Letelier comenta: "Ellos eran evangélicos. Él era un predicador de la calle, ella también. Lamentablemente, ella murió muy joven a los 38 años, cuando yo tenía ocho años de edad. Mi viejo se murió cuando yo tenía 23 años. Ellos no alcanzaron a ver que su hijo, se convertiría en escritor, estarían orgullosísimos porque ellos eran semi-analfabetos.
Este escritor, que lleva el desierto adentro, de niño jugaba en remolinos de arena intentado verle la cara al diablo con sus amigos, y al hacer esto lo único rojo que le quedaron fueron sus ojos, se decidió a ser escritor al ver dos poemas, mientras fue estudiante, es en todo el sentido de la palabra un autodidacta, un escritor que tiene fe en su propio instinto, es un trabajador de las palabras, que cree en el silencio, como fórmula para trabajar en uno mismo.

Memoria histórica en lenguaje musical

IDENTIDAD. Centro Audiovisual de la Biblioteca Nacional

Astros musicales de nuestro pentagrama como Avelino Muñoz, Ricardo Fábrega, Sylvia de Grasse y Armando Bossa, al igual que la época de los combos nacionales y la música típica se están digitalizando para la posteridad.

Julio Montes Escala

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La música es como un tren del tiempo, capaz de hacernos volver a vivir una época que ha quedado atrás para ser parte de aquel salón de los recuerdos, de una persona o de un país.

El Centro Audiovisual de la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero, que tiene como punto central el rescate de la memoria histórica del país, cuenta con una serie de archivos de imágenes del Panamá republicano y de grabaciones musicales de exponentes de diversas categorías rítmicas del país.

El musicólogo Mario García Hudson, miembro del centro, ha investigado y recuperado gran parte de este material, él señala que: “hemos logrado rescatar valioso material en términos de música e imágenes y con esto, mantener un legado fundamental de la cultura panameña”.

Este centro, que funciona desde 2005, fue posible gracias a una serie de equipos donados por el gobierno de Japón, que hacen posible la recuperación y transformación de diversos formatos utilizados en décadas pasadas.

Joyas de nuestra música de cada género, desde algunas de las grabaciones hechas en las primeras décadas de la era republicana, hasta los ritmos de hoy, se pueden encontrar en este rincón en que el pasado vuelve a tomar vida a través de la canción. “Hasta hace poco, lo más antiguo era de 1931, pero ahora ese registro ha cambiado, ahora tenemos de la década de 1920”, señala Mario García.

Astros musicales de nuestro pentagrama como Avelino Muñoz, Ricardo Fábrega, Sylvia de Grasse y Armando Bossa, la época de los combos nacionales, la música típica con intérpretes como Dorindo Cárdenas, Dagoberto ‘Yin’ Carrrizo, Isidro ‘Chilo’ Pitty, la constelación instrumental de los esposos Jaime y Nelly Ingram, clásicos del calypso panameño y lo más reciente de la creación musical panameña, son algunas de las pistas que se pueden escuchar en la biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero, llenando sus datos en una volante similar a las que se usan para consulta de libros.

El material es solo para consulta y si hay interesados en donar discos o algunos videos de fotos poco proyectadas hoy día, pueden hacer llegar el material a las instalaciones de la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero, ubicadas en el parque Omar.

Este caudal, lleno de recuerdos de lo que alguna vez se vivió y de aquello que forma parte de las generaciones más nuevas, no solo está en la agenda de los melómanos. De igual forma han estado en los planes de investigación de estudiosos de Canadá, Estados Unidos y Venezuela.

En nuestro terruño no ha sido fácil armar el puente de la memoria histórica, a diferencia de otras repúblicas cercanas, sobre este bache entre las generaciones pasadas y la presente, García nos comenta: “en Panamá hay mucha información que está desperdigada, no se sistematizó. También hay una despreocupación generalizada por donar materiales para que la Biblioteca Nacional sea custodia”.

Forman parte de esta valiosa fuente de datos, videos como: el concierto de Rubén Blades el día de la reversión del Canal, entrevistas a dirigentes populares como Blas Bloise Calderón, el poeta Cesar Young Núñez, el historiador chorrerano Rogelio Zuñiga Méndez, entre otros, y algunas fiestas populares de Panamá.

Para aumentar los archivos de este centro, recientemente la Biblioteca Nacional Ernesto J. Castillero firmó un convenio con la discográfica nacional Tamayo, la cual ha grabado a muchos cantantes del terruño, y con el Sistema Nacional de Radio y Televisión, Sertv. “Mediante el convenio, cada grabación de discos Tamayo en formato de disco compacto va ha reposar en el centro audiovisual. También se ha logrado otro, de colaboración con Sertv, y a partir de éste ha llegado material importante”, dice Mario García.

La mayor parte del material que ya no está a la venta en muchas de las disco tiendas, tiene su origen en el aporte de coleccionistas musicales, que han dado una pincelada en esta labor, que es parte de nuestra identidad en el proceso cultural, creativo y artístico, para que cada hecho o protagonista siempre esté presente como una llama que no se extingue.

Un laboratorio de música

El merengue es un producto del encuentro de los tres mundos manifestados en sus instrumentos: el güiro, la tambora y el acordeón –al principio-. Su principal gran compositor fue Juan Bautista Alfonseca.

Julio Antonio Montes Escala
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El “mar mediterráneo” de América, nuestro vecino Mar Caribe. Un punto marítimo que baña a América Central, la parte norte de Sur América, parte de México y la costa sur de la Florida. Tiene parte continental e insular simultáneamente, pero también es un gran arenal de ritmos musicales condensados en el breve, pero completo libro titulado: “Música por el Caribe” del investigador cubano Helio Orovio (1938-2008).

Música por el Caribe” es un recuento para aquellos con interés en datos históricos en cuanto a cada expresión musical, con menciones de cada uno de los integrantes de los que alguna vez sonaron en las radios y algunos que aún siguen sonando. Desde la bomba de Puerto Rico, llamada así por un tambor de origen africano, hasta el rap y la tumba, incluyendo dentro de esto último el fenómeno conocido como “reggaetón”.

Sin estar estrictamente dividido entre el resto de los países caribeños y Cuba, se refiere a cada ritmo emblemático de las naciones bañadas por el mar de las Antillas, para cerrar con los cubanos como: la habanera, el danzón, el son, la guaracha, la conga, la rumba, el yumbú, el guaguancó, el mambo y el chachachá.

De Panamá se menciona “el tamborito”, el que tiene aspectos raizales en los negros llegados a Panamá durante la conquista española. Estos eran originarios de Guinea, Camerún, Angola y el Congo. Hace la diferencia entre: el tamborito santeño caracterizado por su herencia española; el chorrerano, que tiene cuatro tambores, y el de San Miguel, en que se usa la guitarra. Una de las fuentes consultadas por Orovio fue “Sobre nuestros tambores panameños” de la recordada Dora Pérez de Zárate.

Si hay dos puntos para tomar en cuenta es la influencia de Haití en todo este aporte que ha dado esta región al mundo, pues ser latino en muchas otras latitudes es sinónimo de “son”. Entre estas está la disputa que hay con la República Dominicana con el origen del merengue o conocido en la nación haitiana como méringue.

La controversia puede ser ilustrada como la disputa que tienen los uruguayos y los argentinos por el “Zorzal Criollo”, pues muchos estudiosos del lado haitiano sostienen que el principio de todo se da en la parte haitiana, mientras que los de Quisqueya aseguran todo lo contrario.

El merengue es un producto del encuentro de los tres mundos manifestados en sus instrumentos: el güiro, la tambora y el acordeón –al principio-. Su principal gran compositor fue Juan Bautista Alfonseca.

En cuanto al méringue hay variedades: carabine, congó rural, carnavalesca, solonire. Algunos de sus compositores son: Justin Elite, Lumane Casimir, Othello Bayard.

Otro género muy familiar para muchos panameños es el calypso. Este procede de la isla angloparlante de Trinidad. Sus letras están salpicadas de humor, punto satírico y la habilidad improvisadora en sus exponentes. Su eje central en cuanto al aspecto escenográfico es el carnaval de Puerto España.

Su nombre procede de “kaito”, cuyo significado es servir bien. El término ha tenido su transformación de: kaiso a kaliso, y kalipso. Norman Le Blac y Forbes y Franciso Slinger el conocido por muchos como Mighty Sparrow.

Es relevante tomar en cuenta que es un canal como vía para la protesta social. Un gran ejemplo de esto es lo señalado por un representante del género conocido como Atila el Huno, quien expresó en uno de sus cantos lo siguiente:

“Decir que estas canciones son sacrílegas,

obscenas y profundas no es más que mentira y sucia ignominia.

Si el calypso es indecente debe insistir en que lo son igualmente

Venus y Adonis, de Shakespeare.

Los cuentos de Bocaccio y Cándido de Voltaire”.

Con raíces en el rhytm and blues, boggie-woogie, y de una modalidad folklórica de Jamaica llamada “mento”, surge el “reggae”. Expresión musical con fuerte aceptación por muchos jóvenes. Sus principales figuras Bob Marley, Hilbert Toots, Jimmy Cliff. Este último llegó a realizar una película muy exitosa “Caiga quien caiga” en 1972, en la que se cuenta el interés de un cantante de “reggae” por llegar a consagrarse.

Si vamos a designar a un embajador mundial de esta música, sin lugar a dudas es Robert Nesta Marley, quien realizó giras por Europa, África y los Estados Unidos.

Propio de la tierra de los lagos y los volcanes es el “palo de mayo”; una manera musical de raíces antillanas de naturaleza anglófona. Su escenario es el puerto de Bluefields. Su estructura es responsorial y sus instrumentos son: el acordeón, la guitarra, el bajo, la conga y algún instrumento. Su danza es alrededor de un árbol, es de paso rápido y alegre.

Las deferencias entre: la cumbia, el porro, el vallenato todos de nuestra vecina Colombia. El primer ritmo es considerado el “más trascendente ” de la costa de nuestro vecino país, con elementos afroides y elementos danzarios indoamericanos . Proviene del vocablo de la parte occidental del África “kumb”, que quiere decir ruido. Al principio era solo de carácter, luego comenzó a cantarse, y tiene un compás binario. Sus instrumentos son: caña de millo, que es como un clarinete; el masi, que tiene cierta similitud con el anterior, así como el bombo, el bimembranófono, unimembranófono, estos dos últimos son tambores. Con el auge de la industria discográfica, televisiva, radial y del espectáculo, el género tiene mayor difusión. Hay dos tipos de cumbia: la bejeña y la soledeña.

El porro es una derivación de la cumbia con una fuerte carga africana. Es un ritmo más intenso que su “progenitor”. Quizás su nombre venga de los tambores llamados porros. Otra versión señala que puede venir del término “aporrear”, lo que quiere decir dar golpes. El porro palitiao y el porro tapao son las dos variedades, su instrumento básico es el bombo.

El tema de la mal llamada salsa, creación musical de muchos países del entorno, es planteado de la forma en que quedó con ese nombre, y menciona el trabajo realizado por Rubén Blades y Willie Colón, con quienes todo fue un antes y después.

Indiscutiblemente, si hay un punto en todo el Caribe que ha sido una especie de útero en cuanto a la creación musical es Cuba. El bolero, el mambo y la conga, por mencionar solo tres, son algunos de gran importancia en el panorama. En cuanto al bolero, diremos que surge en Santiago de Cuba, en la segunda parte del siglo XIX, y rápidamente fue muy difundido en naciones de América. Es tomado en cuenta un extracto de: “Tristezas”, de José “Pepe” Sánchez, el primer bolero registrado. Sobre la “conga” que no ha tenido mucha difusión como los otros géneros, pero no deja de tener su relevancia dentro de todo esto, pues en palabras del mismo Orovio, “el son o la rumba es de los bailes nacionales cubanos, el que mejor expresa la identidad de la isla antillana”.

Es descrito el “mambo” como un fenómeno que se dio a finales de la década del 30, el cual rompió con muchos patrones en la isla. Esto se dio con el danzón “Mambo”, de Orestes López con la orquesta Arcaño. No deja de mencionar a su personaje más conocido Dámaso Pérez Prado, quien es un estructurador. En cuanto a su contribución, Pérez Prado señaló: “Es sincopado. Los saxofones llevan la síncopa en todo los motivos, las trompetas llevan melodía, y bajo el acompañamiento, combinado con tumbadoras y bongoes”.

Todo lo anterior expuesto es solo una muestra que se desarrolla en esta investigación muy completa, sobre todo aquello que se escuchaba al principio y lo más reciente. Ideal para las personas que trabajan en una cabina de radio, pues no basta con saber solo aquello que está de moda y punto.

Son 27 géneros que comprende este libro de 155 páginas, entre los que de igual forma están: la plena de Puerto Rico; el vallenato de Colombia; la gaita zulina de Venezuela. Así también exponentes, como nuestro compatriota Gelo Córdoba Córdoba, pasando por Harry Belafonte, hasta Daddy Yankee.

Con claridad y puntualidad indiscutible, ideal para quienes sean melómanos. “Música por el Caribe” no es solo una explicación de cada aporte a la música popular, también es un viaje geográfico y al proceso histórico, y una manera de ver el aspecto evolutivo de cada corriente melodiosa. Cuenta con anexos de imágenes de muchos de los íconos como: Ismael Rivera, Steel Band, Bob Merley, Beny Moré, Dámaso Pérez Prado, la Sonora Matancera.

Helio Orovio también cultivó la poseía con títulos como: “Este amor” (1964); Contra la luna (1970); El huracán y la palma (1980). Entre sus monografías mencionamos: La Rumba, El Carnaval Habanero. Realizó una antología de la poesía brasileña. Otros títulos son: 300 boleros de oro, diccionario de la música cubana y Daniel Santos en La Habana.

lunes, 15 de noviembre de 2010

LA BIOGRAFIA TOLERADA DE GARCIA MARQUEZ


Por Mariela Sagel
     Un inglés especialista en Latinoamérica, un escritor irreverente y famoso, y una vida fascinante dan como resultado un libro fuera de serie, de esos que no se publican todos los días y que rompen records de venta.  Así es Una Vida, la biografía “tolerada” (que no es lo mismo que autorizada) del autor colombiano Gabriel García Márquez, el ganador del premio Nobel de Literatura del año 1983 por su obra “Cien Años de Soledad”.  El libro en español irrumpió en las librerías en octubre del año pasado y no hay periódico o revista, de autores valiosos o de los que se precian de serlo –sean connotados o no--, que no comenten esta obra.
     El esfuerzo, que le tomó a Gerald Martin casi 20 años y que su autor celebra, por haberla terminado y publicado antes que uno de los dos se muriera, abarca tres partes que comprenden el país natal, Colombia (1899-1955), con su carga de guerras y ancestros; una segunda parte, cuando ya García Márquez emprende, al principio a trompicones, sus afanes por el mundo (1955-1967) y una tercera parte, titulada Hombre de Mundo:  Fama y Política (1967-2005) que culmina con el homenaje tan sentido que le ofrecen al escritor en ocasión de llegar a los ochenta años, en Cartagena de Indias, donde estuvieron presentes desde sus amigos entrañables –Carlos Fuentes, Alvaro Mutis, Tomás Eloy Martínez (que acaba de morir luego de una lucha tenaz contra el cáncer) — varios ex presidentes colombianos (cinco para ser precisos), incluyendo con quienes no mantuvo relaciones cordiales, el Presidente de la Real Academia de la Lengua, los Reyes de España y Bill Clinton, entre otros.  En su estructura, casi perfecta, que comprende 626 páginas, se encuentra uno verdaderas perlas literarias y una acuciosidad que pocas veces aflora en las biografías de personalidades tan arrolladoras como las de Gabito.
     El resto del libro, de las mentadas 762 páginas corresponden a los árboles genealógicos de las familias García, Martínez, Máquez, Barcha e Iguarán además de un compendio de un promedio de 40 notas por capítulo de las tres partes, una extensa bibliografía y un índice alfabético prolífico.  Empieza con casi siete páginas de agradecimientos a personas con las que habló el autor durante su larguísima jornada y estoy segura dejó a alguien por fuera.
     Si no hubiera leído muchas referencias que ha hecho la editorial, el autor y los responsables de las presentaciones del libro en otros países, además de los muchos artículos que han sido publicados en diversas revistas, y las otras tantas  biografías que hasta ahora se han publicado sobre el Gabo –las de Juan Gustavo Cobo Borda, Plinio Apuleyo Mendoza, Dasso Saldívar. Oscar Collazos, su propio hermano, Eligio García Márquez, Pedro Solera, entre muchas otras, además de la producida por él mismo, Vivir para Contarla— pensaría que ya todo se habría escrito sobre el Nobel, pero la rigurosidad con que está hecha esta obra, el hilvanar no solamente acontecimientos imponderables de la vida diaria con acontecimientos nacionales e internacionales, hacen que uno no quiera desprenderse de su lectura.  El famoso humor inglés, aquel cuya base es la ironía que abunda en el uso muy adecuado del lenguaje y de las normas sociales, pero que sin embargo puede ser muy punzante y un dechado de inteligencia, al que hay que darle más de una vuelta, aflora en cada página del libro, y tal pareciera que fuera el mismo García Márquez el que está escribiendo de la mano de Gerald Martin.
     Queda muy claro que el hecho de su temprana infancia al lado de sus abuelos fue determinante para Gabriel José, toda vez que siempre sintió como ausente a su madre Luisa Santiaga y su figura filial más importante fue su abuelo, Nicolás Márquez, en quien se inspira para varias de sus obras (El Coronel no tiene quien le escriba y hasta Cien Años de Soledad).  Su determinación para cultivar la escritura, su rechazo al estiramiento de los cachacos y su pésima relación con el “establishment” mediático de la capital colombiana determinan la forma como siempre ha desempeñado su atractiva celebridad, su magnetismo y fascinación por y hacia el poder.
     El autor es muy estricto en relatar todas las instancias que hacen a una persona, basada en los sentimientos de amistad, amor, deseo, furia, frustración y recoge de manera muy clara los tiempos difíciles por los que pasó tanto la familia García Márquez –tanto por los devaneos amorosos como por los económicos del padre— como la pareja García Barcha, que tuvo que empeñar hasta el horno y la plancha para poder enviar el manuscrito de su obra más celebrada, Cien Años de Soledad, a Editorial Sudamericana, a ver si tenía suerte.  Su posterior bonanza económica que lo lleva a donar la totalidad de un premio literario a una causa política, sus muchas propiedades y bienes materiales, como resultado de su fama y la forma en que, a pesar de todo lo acumulado, sigue preocupado y pendiente no solo de sus amigos sino de las causas que ha abrazado a través de los años, como son la formación de cineastas y más recientemente de periodistas, a través de sendas fundaciones.  Los retos ante los que se enfrenta cuando se le mete una idea en la cabeza, los años que le tomó producir sus títulos más importantes y su siempre ponderada debilidad por el cine, al que se quiso dedicar antes de descubrir que la escritura le ofrecía más recursos.
     Gabriel García Márquez es una forzosa referencia para la literatura hispanoamericana, nos guste o no.  Su vida ha estado marcada por incidencias pocas veces reunidas en una sola persona y oportunidades nunca vistas.  Ha coqueteado con todas las tendencias y comprometido con causas para algunos criticables.  Ha potencializado su forma de pensar a través de sus obras y se le endilgan muchos plagiadores y otros tantos detractores.  Ha sabido hacer uso de su fama y renombre –para mí fue sorprendente saber que había trabajado en agencias de publicidad— contrario a otros, como el recientemente fallecido J.D. Salinger, que vivió como un ermitaño toda su vida, o como Milán Kundera, que detesta conceder entrevistas, ser fotografiado o asistir a eventos literarios, y causa un verdadero revuelo donde decide hacer acto de presencia, siempre y cuando no sea un funeral, porque ni al de su madre asistió.  De la misma forma Gabo ha sido amigo de sus amigos y defensor de sus causas a ultranza.  Como en todo, el libro es mencionado hasta por los que ni siquiera lo han leído y se hacen que lo hicieron, pero lo que sí es que no pasará como una biografía más sino como el merecido compendio de Una vida, fascinante, la de Gabriel García Márquez.

sábado, 13 de noviembre de 2010

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Autores nacionales
1-No hay trato                                                    Rose Marie Tapia
2-Roberto por el buen camino                             Rose Marie Tapia
3-Agenda para el desastre                                   Rose Marie Tapia
4-Angeles del Olvido                                           Rose Marie Tapia
5-De las selvas a los potreros                              Stanley Heckadon-Moreno

Autores Internacionales
1-El Sueño del Celta                                             Mario Vargas Llosa
2-Las Valkirias                                                     Paulo Cohelo
3-El Método Obama                                            Robert  L. Swan
4-Cabaña                                                             Paul Young
5-Amanecer                                                         Stephanie Mayer

Librerías participantes:  Exedra Books y Gran Morrison

Librerías participantes:  Exedra Books y Gran Morrison

El lenguaje para evitar un estallido

Alex Cantón y Rafael Candanedo en Exedra books  estaban hablando sobre la lengua como una terapia para no estallar, como un método para decir cosas y una válvula para no quedar con asuntos adentro. Fue la noche del primer día de la semana. El doctor Alex leyó algunos relatos que dieron la ilustración haciendo, que el asunto tuviera un curso bastante fuera de lo habitual. El profesor Rafael fue el conductor de toda esta breve, pero nutritiva travesía por el canal de lengua. Todo esto era como estar ante una lluvia de aportes y de episodios por parte de los presentes.

“Las chicas de rojo”  Isis Jaén, Mariela Sagel, Citia Rojas Toro dieron una valiosa contribución  con su intervención muy constante como el fluido de un río. Todo fue un viaje al mundo de la “terapia lingüística” para  no ser una especie de coche bomba.

Siempre hay que expresarse para comunicar asuntos. El lenguaje es la herramienta, un antídoto mágico para llegar a un punto. Es la medicina del alma, pues hablamos para entendernos y para dar la mano.

La próxima parada será en un puerto llamado “el habla panameña”, espero que muchos anclen ahí, pera expresar el código lingüístico de nuestro terruño. Por ahí se anunciara la hora la hora de llegada.              


viernes, 12 de noviembre de 2010

La Santa y el Pirata

OBRA NARRA EL SAQUEO DE PANAMÁ LA VIEJA

Reseña publicada en La Estrella de Panamá




No cabe duda que John Steinbeck, ganador del premio Nobel de Literatura en 1962, es una de los autores más influyentes del siglo XX. Entre sus obras figuran Las uvas de la ira (1939), su libro cumbre que obtuvo el premio Pulitzer en 1940, que fue llevado al cine y en el cual aborda el tema de la gran depresión; La luna se ha puesto y la póstuma Los hechos del Rey Arturo y nobles caballeros.

Este autor estadounidense nació el 27 de febrero de 1902 en Salinas, California y trabajó como bracero y recolector de frutas. Estudió en la Universidad de Stamford y su muerte ocurrió el 20 de diciembre de 1968. Fue un escritor empeñado en darle dignidad a la población desposeída y oprimida.

Su primera novela fue La Taza de Oro, publicada en 1929 y cuyo personaje es Henry Morgan, en casi todas sus etapas, desde su sueño de ser un bucanero en el Nuevo Mundo, su consagración definitiva como el terror del mar Caribe, y sus últimos años de vida, ya sin el interés de ser ‘la mamá de Tarzán’ de los piratas.

La Taza de Oro no es otro sitio que la ciudad de Panamá, llamada así por toda la vastedad y riqueza que había en la primera urbe del Pacífico. Steinbeck muestra a un Morgan con interés por la lectura de Alejando, Jenofonte y César, con sus respectivas guerras, influenciado por James Flower, quien lo compró como esclavo y era dueño de la mejor biblioteca de las Indias –según cuenta la novela -.

La componen cinco capítulos poco densos, cargados de un rico lenguaje en imágenes y en cuya antesala, con excepción del I y V, se detallan datos históricos como la situación de España con relación al resto de los países que formaron parte de la conquista del Caribe y la aparición de figuras como el Olonés, Roche Brasiliano, Edward Mansvaeldt, entre otros que sembraron el terror en muchas poblaciones. Juan Pérez de Guzmán quien era gobernador de Panamá, es descrito como un tipo muy carismático y querido por su población.

Una de las partes de mayor turbulencia e intensidad, es donde se describe el ataque y cómo Morgan logró que este asalto fuera la causa común de muchos que llegaron de otros puntos para sumarse a ‘La Hermandad’, organización creada por Sir Henry. La obra es un juego muy atinado entre lo ocasional y lo ficticio, que el escritor presenta de una forma bastante nivelada, lo que pone al lector en sintonía total.

BELLEZA ULTRAMARINA

Pese a toda la riqueza de la ciudad de Panamá que describe, el ‘filón’ está en la verdadera intención de Morgan de llegar al istmo, luego de saquear Maracaibo, para conocer una mujer llamada ‘Santa Roja’ y cuyo verdadero nombre es la misteriosa Ysobel, la mujer más deseada por los hombres en el mar.

‘Santa Roja’ es la atracción del protagonista desde el momento que supo de su existencia y sobre quien se mencionan una serie de características, unas reales y otras sólo de humo. Pese a esto Ysobel no deja de sorprender a medida que pasan las páginas.

También recrea la forma de ser de lo mercaderes del Istmo, algo despreocupada y materialista, que, por encima de la vida y el alma, preferían las pertenencias.

En cuanto a la ciudad, la describe como algo apoteósico: ‘Panamá era hermosa y gran ciudad, una ciudad rica, tenía fuerza, llamada Taza de Oro con toda justicia. Ningún otro lugar bisoño del Nuevo Mundo podía comparársele en belleza ni riqueza’.

Si hay un rasgo de Henry Morgan que tiene mayor notoriedad es su frialdad hacia su tripulación, pese a ser un protagonista de la Tierra Caliente. Pero luego de mucho tiempo en el mar, decide entablar diálogos con un joven francés de gran agilidad de nombre ‘Cour de Gris’, con quien logra mucha comunicación y a la vez cierta competencia.

La historia trascurre en varios escenarios aparte de Panamá como Gales, Barbados, Jamaica e Isla Tortuga. Sus páginas permiten vivir la travesía en el emblemático río Chagres, con su fauna y flora, en un recorrido que toma unos nueve días. Esto sin dejar de mencionar el viaje a mula por los caminos que conectaban las dos partes del Istmo. John Steinbeck definió su obra como una ‘suma de elementos de la gente que depende de la tierra para poder vivir’.

UN INFAME MEMORABLE

La Taza de Oro, pese a que no tuvo una buena acogida por parte de la crítica, es importante para los panameños, debido a la marca dejada por Morgan en su paso por tierras istmeñas pues en la historia él llega a decir: ‘Al constructor de la catedral de Panamá ya lo han olvidado, pero a mi, que la quemé quizás me recuerden por unos cien años’.

Y porque siendo uno de los creadores cumbres del siglo pasado toma en cuenta al país, dando a entender su importancia entre las conocidas ‘Indias Occidentales’ para los intereses de aquel momento. Si hay algo curioso en esto es que el novelista no habla de su país, como es la tendencia de muchos escritores de naciones del primer mundo quienes se han referido en sus obras a sus regiones y sus personajes nacionales.

Es una novela histórica con datos biográficos y precisión periodística en algunos puntos. No cabe duda que Steinbeck hizo un buen trabajo de investigación que se observa en la similitud con lo registrado por Alexandre Olivier Exquemelin, quien relata con precisión cómo fue la ciudad de Panamá en aquellos años. Es una obra que debería estar entre las novelas escogidas para el curso de literatura e historia de las escuelas y las universidades del país.

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